Las Bermudas han sido conocidas como Islas del Diablo debido a la dificultad para fondear de algunas zonas de sus costas. Los bellos arrecifes coralinos que hacen las delicias de los turistas, de los submarinistas y asiduos del snorkel, fueron durante siglos, la tumba para muchos barcos y marinos. Para evitar los traicioneros peligros a la navegación de tiempos pasados que basó la conquista del planeta en las velas y la fuerza del viento los faros eran esenciales. Lo siguieron siendo en el siglo XIX y XX a pesar de los avances tecnológicos. Los barcos de vapor, el motor de combustión, el rádar y sónar supusieron una mejora considerable de la seguridad en la navegación marítima. No obstante el siglo XX orló los arrecifes de Bermudas con numerosos buques que encallaron y se hundieron en sus bellas agua, terribles en tormentas donde Poseidón reina en señor absoluto.
Los primeros faros de Bermudas consistían en hogueras y fogatas que servían para indicar los peligros de la costa. Más tarde edificios de madera y piedra los substituyeron. Sin embargo, la Revolución industrial que comenzó en Gran Bretaña se basó en hierro y el acero. Curiosamente, el Faro que les presentamos, Gibbs Hill Lighthouse es el faro metálico más antiguo del mundo, y se encuentra claro, en las Islas Bermudas. Construido entre 1844 y 1846 en la colina de Gibbs, en el distrito de Southampton, ocupa un lugar estratégico, ya que Gibbs Hill es uno de los puntos más elevados de la isla con sus 75 metros. Esta modesta elevación es culminada por el propio faro que añade a la estampa casi 36 metros. Toda la estructura cilíndrica del faro es metálica, así como su escalera de caracol interior y la plataforma superior donde se encuentra la linterna. Precisamente la linterna del faro, automatizada ya hace tiempo ilumina con sus 1.000 watios a los navíos en 65 Km. a la redonda, peor los aviones la pueden ver desde una distancia de casi 190 kilómetros. La primera lámpara se instaló en 1846 con un método revolucionario para la época, lo que redujo el número de naufragios
Para llegar hasta arriba es necesario subir por los 185 escalones. La ascensión no es excesivamente dura y además en cada entresuelo, y hay 8, podemos ver paneles con informaciones sobre la construcción y la historia del faro.
La mayor parte del archipiélago es visible desde el faro de Gibbs que se sitúa al suroeste del gran arco que son las Bermudas. Una inmensidad de 360 grados, despejada desde los muelles del norte hasta la playas del sur. Desde la colina se ve toda la costa sur, pero también Hamilton, the Fairmont Southampton hotel y la gran bahía interior Great Sound, entre Hamilton y Ireland Island y el puerto de cruceros, Kings Wharf-Royal Naval Dockyard.
Si miramos al mar, entre febrero y mayo es común avistar ballenas en migración hacia sus caladeros veraniegos. Uno de los mejores miradores es el llamado Queen’s View, tras la visita de la Reina Elizabeth II en 1953 durante su vuelta al mundo tras ser coronada.
Una taza de te en Gibbs Hill Lighthouse.
En los aledaños del faro existen restaurantes agradables para disfrutar de la vista y descansar o tomar un refrigerio tras la ascensión a la cima de Gibbs Hill Lighthouse. Pero lo más pintoresco es tomar el te, desayunar, comer frugalmente o cenar (sólo fines de semana durante la temporada alta) en el pequeño restaurante de la base del faro, antiguamente local de la estación de comunicaciones del British Army.
En el mismo local también hay una pequeña tienda de souvenirs.
Como llegar.
La colina y el faro de Gibbs están a medio camino entre Hamilton (10 Km.) y Kings Wharf (14km).
Hay autobuses que comunican con ambos lugares. Otra posibilidad es alquilar una moto pequeña un scooter.
Desde Hamilton debe coger el autobús número 7 u 8.
Precios y horarios
La entrada cuesta 2,5$
El faro abre entre las 9 de la mañana y las 4 y media de la tarde.